Escuela Powernet
14/03/2024
¿Sabías que el coste promedio de una interrupción no planificada en un centro de datos supera los 740.000 dólares? En uno de cada tres casos, esa cifra puede escalar hasta superar el millón de dólares por incidente, según revela el informe The State of Resilience. A esto se suma otra estimación del International Data Center Authority, que sitúa el impacto económico de estas interrupciones en hasta 275.000 dólares por cada hora de inactividad.
Pero más allá del coste directo, las consecuencias de una caída en la infraestructura crítica pueden ser mucho más profundas y duraderas. Cuando un centro de datos se detiene, lo que realmente se pone en juego es la confianza del cliente, el cumplimiento normativo, la continuidad productiva, la reputación corporativa e incluso la seguridad de acceso a servicios esenciales. Los motivos pueden ser diversos —desastres naturales, ciberataques, errores humanos o fallos eléctricos—, pero la vulnerabilidad es universal: todas las organizaciones, grandes o pequeñas, están expuestas.
¿Qué aprenderás en este artículo?
Un DRP, o Plan de Recuperación ante Desastres, es una estrategia documentada que define cómo deben actuar los equipos técnicos y de negocio ante una interrupción grave de los sistemas. Este plan recoge todos los procedimientos necesarios para recuperar tanto la infraestructura tecnológica como los datos más críticos, minimizando así el tiempo de inactividad y reduciendo el impacto en las operaciones.
El DRP contempla múltiples escenarios posibles: desde desastres naturales hasta fallos eléctricos, pasando por ciberataques, errores de configuración o caídas de red. En todos los casos, su objetivo es claro: restaurar los servicios esenciales lo antes posible. Un plan de recuperación efectivo está alineado con la arquitectura del centro de datos, contempla sistemas de respaldo fiables, y ha sido probado y auditado por especialistas.
Hoy en día, existen soluciones como DRP as a Service (DRaaS) que permiten externalizar parte de esta estrategia en la nube, replicando entornos virtuales en tiempo real. No obstante, ninguna herramienta tecnológica suple un plan mal diseñado o desactualizado.
¿Qué tipo de desastres se previenen con un DRP?
Los Planes de Recuperación Ante Desastres (DRP) están orientados a adaptarse a múltiples situaciones adversas: desastres naturales como incendios o inundaciones, fallos de hardware, ciberataques, errores humanos, etc.
Actualmente, para decidir la ubicación de un nuevo Data Center, se estudian en profundidad las características climáticas de la ubicación, con la finalidad de potenciar la eficiencia energética de las instalaciones y también con el objetivo de prevenir desastres naturales.
Pero sin embargo, esto no siempre ha sido así: y es que, desafortunadamente, no son pocos los huracanes y tormentas que han causado desastres en infraestructuras críticas resultando en un alto coste de recuperación.
Es importante distinguir entre un Plan de Recuperación ante Desastres (DRP) y un Plan de Continuidad del Negocio (BCP).
Mientras el DRP se enfoca en la recuperación de la infraestructura tecnológica, el BCP aborda la continuidad de cada área del negocio ante cualquier interrupción, incluyendo la gestión de recursos humanos y la comunicación con stakeholders. Por ello, a menudo, uno se integra en el otro.
En el mundo industrial y empresarial, la Tecnología Operacional (OT) juega un papel crucial para mantener la eficiencia y seguridad de las operaciones. La adopción de estándares y la planificación de la continuidad del negocio son esenciales para proteger estas tecnologías críticas contra diversas amenazas y asegurar que las operaciones no se interrumpan.
La Tecnología Operacional (OT) se refiere a los sistemas y dispositivos utilizados para gestionar y controlar procesos físicos en entornos industriales, como maquinaria, plataformas SCADA, sistemas de control distribuido (DCS), sensores y actuadores. Su función principal es asegurar que las operaciones en sectores como manufactura, energía, telecomunicaciones, transporte e infraestructura crítica sean eficientes, seguras y disponibles en todo momento.
Aunque OT e IT (Tecnología de la Información) pueden parecer similares, tienen diferencias clave. OT, por un lado, se centra en el control y monitoreo de dispositivos físicos y procesos industriales, mientras que IT gestiona datos y sistemas informáticos. OT trata con sensores, actuadores y sistemas de control industrial, mientras que IT maneja servidores, redes y aplicaciones de software. La convergencia de OT e IT es cada vez más común, lo que plantea nuevos desafíos y oportunidades para la seguridad y la eficiencia operativa.
La convergencia de la Tecnología Operacional y la Tecnología de la Información está estrechamente vinculada con el auge del edge computing. Este concepto implica mover los recursos informáticos más cerca de la fuente de datos o del usuario, como ocurre con el análisis de datos en plantas industriales.
La integración de software tradicionalmente utilizado por equipos de TI para respaldar procesos de OT es cada vez más común. Esto facilita la unificación de diferentes sistemas de datos que se utilizan tanto en operaciones comerciales como industriales. Este cambio permite que procesos previamente aislados ahora se interconecten, mejorando la eficiencia y la utilización de datos.
Las empresas pueden aprovechar estos datos integrados para implementar modelos de inteligencia artificial y aprendizaje automático (IA/ML) en manufactura para mejorar el control de calidad y el mantenimiento predictivo. Las plataformas adaptativas permiten desplegar estas aplicaciones de manera uniforme en múltiples ubicaciones, optimizando así los procesos industriales y comerciales.
Para que un entorno OT sea verdaderamente resiliente, debe estar respaldado por estándares reconocidos que aseguren tanto la disponibilidad como la seguridad de la infraestructura. En primer lugar, la norma ANSI/TIA-942 establece los requisitos técnicos para los centros de datos en cuanto a disponibilidad, redundancia, tolerancia a fallos y seguridad física, elementos indispensables en entornos donde el margen de error es mínimo.
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Por otro lado, la ISO/IEC 27001 permite implementar un Sistema de Gestión de Seguridad de la Información (SGSI), garantizando que los datos críticos están protegidos frente a amenazas internas y externas. Esta norma es especialmente relevante cuando OT e IT están integrados, ya que ayuda a gestionar los riesgos asociados a la conectividad de sistemas tradicionalmente aislados.
Ambas normativas deben considerarse la base sobre la que construir una estrategia de continuidad sólida, adaptada tanto a los entornos industriales como a los tecnológicos, y alineada con los objetivos operativos del negocio.
Diseñar un Plan de Recuperación ante Desastres (DRP) efectivo no es solo una cuestión técnica, sino una estrategia global que involucra la evaluación de riesgos, la definición de objetivos claros y la planificación de pruebas constantes. Un DRP bien diseñado debe garantizar que todos los aspectos de la infraestructura crítica puedan ser restaurados rápidamente, minimizando el impacto de la interrupción y asegurando que el negocio pueda seguir operando.
El proceso de diseño de un DRP debe ser sistemático y seguir varias fases clave:
En un entorno crítico como el CPD o en instalaciones industriales basadas en OT, los sistemas de respaldo son esenciales para garantizar la continuidad operativa. Los Sistemas de Alimentación Ininterrumpida (SAI), los Battery Energy Storage Systems (BESS) y los grupos electrógenos (GE) juegan un papel crucial en la protección de la infraestructura frente a fallos de energía, garantizando que los sistemas puedan seguir operando sin interrupciones. Mientras los SAI ofrecen una protección inmediata ante cortes de energía, los BESS proporcionan almacenamiento eficiente de energía para situaciones prolongadas, y los GE aseguran un suministro de energía autónomo a largo plazo. La combinación de estos sistemas garantiza que la infraestructura crítica pueda mantenerse operativa incluso en condiciones adversas, asegurando la resiliencia de las operaciones a largo plazo.
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Ahora ya lo sabes, si tu negocio todavía no cuenta con un Plan de Recuperación ante Desastres, es el momento de ponerte al día y comenzar a trabajar en la prevención de desastres. En Powernet podemos ayudarte a evaluar la situación actual de tu infraestructura para ofrecerte las soluciones IT que más se adaptan a tus necesidades, siempre teniendo en cuenta todos factores para un resultado excelente.